La medición cuantitativa en redes son los datos y números duros para medir el éxito de las estrategias. ¿Por qué es necesaria? Aquí te lo explicamos.
En el cambiante e incierto mundo de las redes sociales, las tendencias varían a una velocidad vertiginosa. Semejante dinámica provoca que el marketing digital deba variar sus estrategias a diario, generando una incertidumbre constante.
Todos hemos escuchado frases cliché como “lo que hoy sirve, mañana estará caduco” o “siempre corremos detrás de los cambios”. Sin embargo, en este rubro existe algo que no varía y es necesario para medir el éxito de las estrategias. Eso es la medición cuantitativa de los datos.
¿Qué es la medición cuantitativa?
La medición cuantitativa en redes sociales entra en juego cuando se quieren saber datos duros, fríos o específicos sobre algo. En general, se los utiliza como unidad de medida para objetivos concretos. Se le da prioridad a aquella información que es contabilizable (cuantitativa) por sobre la que aporta valor meramente (cualitativa).
Su implementación posibilita marcar pautas y objetivos concretos en las estrategias, permitiendo mostrar explícitamente cómo avanza la inversión realizada. Además, ayuda a explicar anomalías en los procesos o por qué los números no fueron los esperados en lo previo.
¿Qué datos importan en la medición cuantitativa?
Los datos que se pueden extraer de la medición cuantitativa en redes sociales son tan específicos como heterogéneos. Eso supone un problema para las marcas que no tienen claro qué desean medir o qué desean conocer de sí mismas.
No obstante, existen ciertos parámetros que, sin importar la empresa, rubro o industria, son esenciales para guiar cualquier estrategia.
1. Número de seguidores
Probablemente uno de los datos que más importan. No solo consiste en saber cuántos seguidores posee mi marca. También pretende entender cómo se ha dado la evolución con el paso del tiempo. ¿La audiencia ha crecido de manera sostenida? ¿Ha habido un decrecimiento? ¿A qué se debe esto?
Conocer el número de seguidores está intrínsecamente relacionado con cómo repercuten en mi comunidad las estrategias implementadas en social media. En general, los usuarios se vuelven seguidores de una marca cuando los contenidos de esta aporten algún tipo de valor agregado. Un contenido que genera rechazo tiene el efecto opuesto y es razón suficiente para perder fans.
2. Alcance de las publicaciones
Se refiere a la cantidad de personas a las que llega nuestro contenido a nivel orgánico (no pago). Por políticas de las diversas redes, así como las preferencias de cada usuario, las publicaciones no siempre llegan a toda nuestra comunidad.
En contrapartida, ese contenido puede ser visto por personas que no son seguidores, pero sí pueden llegar a serlo. Esto sucede, por ejemplo, cuando un fan comparte el posteo y otros con quienes interactúa (pero no siguen mi marca) lo ven.
3. Interacciones logradas
Como todos saben, medir el éxito de una publicación no pasa por la cantidad de personas alcanzadas. Para saber el verdadero valor de ese contenido, debo analizar cuántas personas de mi comunidad efectivamente interactuaron con él. Las interacciones, por ende, se resumen en número de compartidos, likes, comentarios, etc.
De hecho, alcance e interacciones son dos conceptos estrechamente relacionados y que se retroalimentan. Si un contenido tiene poca interacción, esto repercutirá en un menor alcance. Si el alcance es mayor, las interacciones también lo serán. Eso explica por qué un contenido polémico, que en lo previo se cree negativo, a veces logra ser exitoso. Los usuarios reaccionan, lo comentan y lo comparten, generando esa interacción a la que se apuntaba en primer lugar.
4. Tráfico hacia mi web
El tráfico resulta clave para analizar el impacto que mi marca genera en mis seguidores. Puede ser con el objetivo de lograr conversiones (concretar ventas) o que los usuarios naveguen por mi web. A fin de cuentas, las redes sociales son un canal o medio necesario para que las personas conozcan mi marca.
Con el fin de que los seguidores visiten mi web, la medición cuantitativa permite saber cuántas personas de hecho lo hicieron. Esto ayuda a corroborar si se ha cumplido con el objetivo previamente planteado; además de determinar el grado de éxito que tuvo dicho contenido para atraer a los usuarios a mi website.
5. Influencia generada
Se refiere, más que nada, a la influencia generada por mi marca a nivel de redes. Abarca desde menciones de los usuarios, respuestas a los contenidos o incluso los nuevos seguidores que se obtengan.
Que mi marca disponga de una mayor influencia, deja entrever que otros factores han sido exitosos. Por ejemplo, el alcance que obtuve, el engagement de mis publicaciones y cómo el público me considera referente en ciertos tópicos.
6. Cuota de voz obtenida
Es el “ruido” que mi marca genera en las redes sociales, mejor conocido como share of voice (SOV). Se relaciona directamente con el aumento de mi visibilidad, lo que conlleva un mayor conocimiento del público.
Esta métrica permite saber cuán relevante es mi marca, cuántas personas hablan de ella, así como su interacción con los contenidos. Es, en conclusión, el porcentaje de participación que tengo en el mercado durante cierto período de tiempo. No solo mide la preponderancia que tengo según la percepción del público, sino que facilita saber dónde estoy posicionado en comparación con la competencia.
Para resumir, la medición cuantitativa permite rastrear y medir todos los datos e información de modo racional y estadístico. Tras su implementación, se obtienen conclusiones de valor que se transforman en decisiones accionables para futuras estrategias.
Unas premisas que, en suma, permitirán conocerme mejor como marca y trazar KPI (objetivos) a futuro que se ajusten mejor a mi realidad.
¿Qué otras métricas creen ustedes que son necesarias en una medición cuantitativa?